enero 29, 2013

A los pastos


¡Despertá! vos, de tu alerdamiento,
que estoy aquí, en frente tuyo, ardiendo.
La sangre terrosa en fuerte pulsión
que espera nutrir tus labios. ¡Oh, dulce visión!

Dejá que la noble unción
que brota de las raíces,
como el río en crecida,
pinte de alegres matices
la vida tuya, la vita nostra;
si por vos mi alma murmulla,
si ante vos mi pluma se postra.

Como quisiera llevarte a ver
lo que es bello, lo que es bueno...
Remontá conmigo a los pastos
que guarecen los quereres.



Fotografía por Knechter. knechter.deviantart.com


enero 20, 2013

Espíritu de la espada (prosa)


   En el Japón feudal, existía la creencia de que las espadas (nihontō) debían ser elaboradas por artesanos respectivos, con pasión y con dedicación autenticas, o como hoy lo llamaríamos coloquialmente: "hacer las cosas con amor". 

     La forja del sable samurái o katana, debía ser llevada a cabo teniendo en todo momento esta clase especial de empeño; siendo casi como un estado especifico de conciencia (con un toque de espiritualidad) asumido por el maestro forjador, en virtud del cual el producto (el sable) terminaría estando conferido de un "alma", haciendo de esta una katana hecha y derecha; completa tanto en forma como en sustancia. Esta característica sobrenatural se consideraba absolutamente fundamental; por entero indesligable de una espada digna de un samurái. Sólo los mejores artesanos eran capaces de forjar los mejores sables; los mismos que, luego de mil años de contiendas, contra carne, metal y tiempo, aún se conservan funcionales, tanto en forma como en función. 
     

enero 04, 2013

Li Tsun-Bin (prosa)




Escena de la película Dersu Uzala, del año 1975. De producción y rodaje ruso, dirección de Akira Kurosawa y protagonizada por Maksim Munzuk y Yuri Solomin.

Este episodio corresponde al capítulo IX del libro Dersu Uzala, La Taiga del Ussuri, escrito por Vladímir Arséniev, y en el cual está basada la película.

Noctilucencia


Es que en ti
el cielo es más amplio,
más limpio y más fresco,
como la brisa que sopla de oriente,
que corre libre, a voluntad,
risueña y sin esfuerzo;
plena en su norma, como tú.
¿Quién querría retenerte
en tu carga, hermoso espectro?
si tu feroz paso es el compás
de la vida y para mi es deleite
el espectáculo de su creación.

enero 02, 2013

Fuegos de Siberia


Soñé que no era yo hombre,
tampoco mujer.
No era carne ni hueso,
ni aire que dilata.
No era yo nada de este mundo
ni de aquel otro,
ni de ninguno posible.
Era colores sin nombre;
sombras hiperlumínicas.
Una urdimbre de espectros
eternos que se arremolinan
al compás del aullido del viento.
En torbellino danzante
se dejan ver en su forma;
fugaces pronuncian vocales
de lumbre sobre corteza.