Ya yo se lo he cantado a mi madre, bien clarito: a mí no me
vayan a velar, ni a encajonar. Yo no quiero sepelio tradicional ni ritos de
palabras huecas. No me vayan a enterrar entre pilares, ni entre quejicas. Jamás
sobre, bajo o entre concreto o piedra, sea preciosa o fea. Nada de almohadas ni
maquillaje ni traje bien planchado. ¡Enterrar es enterrar! Eso es yacer tres
metros bajo tierra.