Las olas han
traído
un humilde
madero
que encalla en
la orilla,
él y sus mil cicatrices.
Tan humilde luce
como
mi mirada, que cae
ligera
y las arenas que
miro
preludian
vastedad.
Este madero
que comparte mis
rumbos,
una existencia sencilla,
me invita a zarpar.
Yo lo tomo y
estoy en paz;
dejo las costas,
tengo que partir
ya,
a navegar; hacia
la mar.
Voy a volar
sobre las olas;
la serenidad.
Adiós, criatura
de arena y agua
erigida;
eternamente
dorada.
El suave viento
y la marea
borrarán en mi
ausencia las huellas
que en tu pecho
hacen mares;
lagunas de un
sueño
de sal y espuma.
Fox, Adrift
Obra por Susie Ghahremani
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