La flecha rota

He cometido el error de dejar escurrir demasiado el tiempo;
ahora las sensaciones se han ido, se han esfumado
y muy difícil se me hace revivirlas en mis manos.

Es extraño... Este es un testimonio de los decires extraviados;
más en ello impronta de una memoria intacta, en lugar;
sin embargo, no me hallo en capacidad de construir los versos
tan sólo desde la membranza;
necesito de aquella marea abrumadora de sensaciones
que guían siempre mis dedos en el teclear
más que mi propia voluntad en plena lucidez.

Quisiera rescatar de entre los recuerdos los hilos dorados
que juntan magistralmente los vocablos,
para cantar lo que sentí y darme por satisfecho.
¿Por qué me encuentro en la incapacidad?
¡Son tan claros para mi esos momentos en los jóvenes anales!
¡Las imágenes son aún frescas y sublimes!
Las palabras sobre la paleta están prestas,
pero parece ser que el impulso se ha extinguido.
Un impulso esencial; lo he dejado expirar
y ahora, el momento aquel, una cumbre,
se disipa en la borrasca y los días,
alejándose de mi rápidamente;
tan claro en lontananza como difuso en la proximidad.

¿Qué ha de animar entonces las palabras?
¿Podré alguna vez redimir la flecha rota
de entre los despojos de los días?

Por Jenny C. Hall. jennyhallartistandmaker.blogspot.com