octubre 01, 2015

Cantos prohibidos (II): Alegoría de la caverna


Alguien ha descendido a tientas
a la flamante oscuridad de mi pecho
cuando mis ojos le llamaron

Ha encendido una antorcha para guiarse
avivando su ardor de la nada
sin siquiera esforzarse

Transitó veloz las tinieblas
sin saber que atravesaba un cuerpo
causando un remolino