para escapar ileso de su inminente destino
burlando audazmente al viejo cazador taciturno
apartado hace mucho de los senderos de la caza
pero que sabe ser uno con la flecha y su objetivo?
¿Qué puede hacer el joven ciervo desprevenido
ante la veloz saeta dispuesta a penetrar
decididamente su mundo tornándolo de cabeza
mientras absorto en su simpleza pasta grácilmente
por exuberantes valles de inocencia y juventud?
¿Qué podrá hacer el joven ciervo desprevenido
en contra de tan despreciable cazador cuando
finalmente se aproxime para sacar de su pecho
la infame flecha incrustada derramando ardiente
su sangre en fuga de tan tierno y joven corazón?
¿Qué podría haber hecho el viejo cazador delectado
para destensar el arco refrenando su ímpetu y
salvarse así de mancillar inmaculada criatura
mientras se hallaba cegado por el esplendor de
su piel parda, tan hermosa como innecesaria?
Fotografía tomada en 1973 por Doug Wilson. |
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