si no para hacer lo que uno quiera?
¿Qué libertad le queda al hombre en esta sociedad sofocante
si no la que lo espera en su propia casa
y que puede explotar a sus anchas
como se le venga en gana?
Por eso la casa de uno es para estar desnudo
o al menos es así en mi caso
desde hace ya varios años
Aquí descubrí las bondades de la desnudez imperante:
la ropa se gasta menos
el detergente dura más
el calor no pega tanto
la piel gana en salud
ni hablar de lo que a autoestima se refiere...
Dormir desnudo
cocinar desnudo
regar las matas desnudo
lavar la ropa desnudo
barrer la casa desnudo
limpiar los zapatos desnudo
y así, casi todas las actividades del hogar
desnudo.
Escribir desnudo también, por supuesto
así que cuando me estéis leyendo
como en este preciso caso
pensad que probablemente estos versos nacieron
de la desnudez de mi cuerpo
pero tened la certeza de que siempre nacerán
de la desnudez de mi alma.